aprendimos a lavarnos las manos con respeto.
La sobriedad de un cuerpo
llorado de años
fue nuestra definición exacta.
Nos descalzamos de letras capitales,
para sentir la humedad del lenguaje
y abandonarnos a cualquier cuenta más allá de cero.
Así nos encontraron:
perdidos en el entusiasmo de saber
que desde aquel momento
somos dignos de ser heridos.
Gracias por leer este poema.
Si quieres saber algo más acerca de mis libros, haz clic aquí
llorado de años
fue nuestra definición exacta.
Nos descalzamos de letras capitales,
para sentir la humedad del lenguaje
y abandonarnos a cualquier cuenta más allá de cero.
Así nos encontraron:
perdidos en el entusiasmo de saber
que desde aquel momento
somos dignos de ser heridos.
Enrique Forniés Gancedo
Gracias por leer este poema.
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Un placer este "Hallazgo", como siempre que te leo.
ResponderEliminarUn abrazo y ¡feliz navidad!