El movimiento causa vértigo. Miedo atávico de especie. Por eso rellenamos los huecos. Utilizamos dioses, casas, objetos. Almidonamos resquicios con palabras. Atamos amistades con verbos. Confiamos en dejar algo fijo. En que no se nos caerá nada. En poder colgar cuadros de las paredes.
Todo por evitar lesiones. Por evitar hacer ruido. Por saber que nos encontramos en el centro exacto de la caja. Todo por no darnos cuenta de que la vida somos nosotros chocando contra las paredes.
Enrique Forniés Gancedo
Si quieres saber algo más acerca de mis libros haz clic aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario