jueves, 5 de septiembre de 2019

Mudanza

Mudarte. Trasladarte. Llevar tus pertenencias. Ver tu vida metida en cajas. No pensar en la muerte. Solo un estúpido es capaz de eso. Porque la muerte es una caja. Una pequeña. Más que un ataúd o una urna. Una en la que apenas cabe nada. Una en la que, a pesar de todo, la vida queda holgada.

El movimiento causa vértigo. Miedo atávico de especie. Por eso rellenamos los huecos. Utilizamos dioses, casas, objetos. Almidonamos resquicios con palabras. Atamos amistades con verbos. Confiamos en dejar algo fijo. En que no se nos caerá nada. En poder colgar cuadros de las paredes.

Todo por evitar lesiones. Por evitar hacer ruido. Por saber que nos encontramos en el centro exacto de la caja. Todo por no darnos cuenta de que la vida somos nosotros chocando contra las paredes.


Enrique Forniés Gancedo

Gracias por leer este poema.
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